Bodas de sangre "...que la culpa es de la tierra". Bodas de Sangre (1932) es una obra de teatro de Federico García Lorca que fusiona la tragedia clásica con las tradiciones del pueblo español, incorporando coros que describen los sucesos de manera innovadora. La trama narra la historia de una novia que, al intentar dejar atrás una relación fallida, se casa con un joven de alta jerarquía. Sin embargo, su pasado, representado por Leonardo, irrumpe en el momento más inoportuno, desencadenando un enfrentamiento fatal entre Leonardo y el novio, quienes pierden la vida en un duelo impulsado por la pasión y la fatalidad. La dirección de la obra, influenciada por el expresionismo, busca captar la universalidad de los conflictos humanos como el dolor, la frustración, el machismo y el deseo. A través de una escenografía que anticipa la muerte y la lucha interna entre el hombre y su instinto más primitivo, se invita al espectador a experimentar la visceralidad de los personajes. El director, Noé Alvarado, desafía al actor y propone una puesta en escena que resalta la tensión entre la pasión ciega y el destino trágico, evocando una atmósfera cargada de emoción y simbolismo.